Museque vertical

Esta foto, este edificio, es lo que me encuentro de frente cada vez que termino el museque por las mañanas, antes de empezar el último tramo de calles ya asfaltadas para llegar a la oficina. Casi lo podría describir de memoria. Voy a revelar y ampliar la foto, la tendré colgada en mi casa, en cualquiera que sea mi casa, cuando viva en otro lugar del mundo, en Tenerife o donde sea. En un lugar supongo más plácido pero igual de intenso, para que pueda recordar lo dura que es la vida para muchos y lo afortunados que somos cada uno de nosotros por poco que tengamos.

Aquí, el edificio está construido por cada uno de los inquilinos de forma vertical, auto vivienda libre, gratis, en unas condiciones que si las vieran en directo no las creerían; hoy mismo desde el coche se fijaba el “malaca” en un boquete abierto en el segundo piso, veíamos un par de sillones y sus inquilinos como si nada, que duro y que cotidiano a la vez. Pero lo único que nos ablanda ahora mismo el corazón, ya acostumbrado a muchas cosas, es ver a los niños cada mañana deambulando desde muy temprano por vertederos y charcos, entre basuras y demás, casi invitándonos a abandonar este enfoque y evitar “sus miradas”.

Buena semana.