lunes, 12 de octubre de 2009

CALANDULA

Ha sido un fin de semana largo, pero corto e intenso a la vez; el sábado a las 7 de la mañana partíamos hacia el interior del país, 6 horas de carretera, algunas asfaltadas y muchos momentos por tierra batida; Piedras Negras, la región de Malanje, las cataras “quedas” de calandulo, cacuso, etc.

Acampamos y nos bañamos en una zona donde las cataratas caían cerca de 100 metros, nunca había visto algo así, los márgenes del rio Lucala son verdes y frondosos; las rocas lisas y negras, y el agua tibia y fresca a la vez; nada mejor que bañarse a la caída de la tarde y al amanecer, tras una noche de fuego y barbacoas, bebida y alguna gente joven que también coincidió por allí; conocimos gente de Argentina, Huelva, Francia, Madrid, .., este grupo trabajaba para una agencia de periodismo e iban rotando por varios países 6 meses trabajando en diferentes sectores de la comunicación.

En Malanje “ciudad”, la casa de Juan, compañero de la Agencia de Cooperación en esta zona, una locura, sin agua, suciedad por todo el edificio, la gente está en el patio limpiando todo desde las 6 de la mañana, música a tope, clásico caos de barriada extrema jeje, pero el Juan, un mes más joven que yo, es un crack, muy vivo, conoce a todo el edificio, y a las malukas, las chicas jóvenes africanas de aquí , angolanas. Pero esto es un tema aparte.

El río Kwanza sorprendente, puro paisaje africano, me hice con un pequeño guardaespaldas que me seguía pa todos lados, muy pobre pero muy educado y digno, e inteligente también, no debía tener más de 11 o 12 años, lo único que quería era una pequeña “gasolina”, dinero, a cambio de guiarme por las rocas por así decirlo; yo le decía, en mi malo portugués; ahora quiero 5 minutos sólo, quiero sentarme en esa roca y pensar solo, y se apartaba unos 10 metros.

Acabo de llegar hoy y no tengo agua, estoy lleno de mierda hasta arriba y cansado, mañana tengo reunión de equipo a las 9, con lo que saldré a las 6.20 de la mañana de aquí, pero no me puedo quejar por ahora, mucha intensidad, felicidad y bienestar en una semana y media, aunque a veces lo que nos rodee sea muy triste si te paras un instante, como ha sido la entrada en Luanda esta tarde otra vez, como si fuera otro país.

Un abrazo!!

No hay comentarios: