martes, 3 de julio de 2012

a la tarde




A las 18.30 de la tarde me siento a beber agua en un pequeño muro por fuera de la casa, en el barrio, mientras los niños me saludan y juegan a la pelota con botellas de plástico, ruedan un neumático a modo de bicicleta o simplemente me observan como un viejo animal blanco! A esa misma hora llega un compañero local y me pide acompañarle a ver una habitación cerca para alquilar. Hemos cruzado un clásico mercado africano: carne a la mosca, peluquería a la espera y música sin freno a todo volumen.   
Cuando hemos llegado a la casa, nos hemos cruzado con mucha gente que nos saluda, yo me hago el despistado. Para mi sorpresa en ella está alguien con el que lo veo muy a menudo, y de no muy buena reputación creo, pero este es otro tema. Yo decido marcharme tranquilo y diplomáticamente con la excusa de ir a comprar melón para la cena, lo cual es cierto con el ligero detalle de que en vez de melones he comprado algo parecido a mini sandías.
Después de volver por un camino algo más seguro y tranquilo, pensaba yo, me paré a comprar a una señora en la calle, y continuaba yo con mis tres mini sandías cuando de repente en 30 segundos pasó una explosión de acontecimientos. Primero se me rompió la bolsa y las sandías corrieron por la calzada entre cabras, burros y taxis, y yo detrás de ellas. Cuando levantaba la cabeza con las tres sandías en las manos, 4 burros salían espantados de un callejón hacia mí y me tuve que apartar rápidamente, a su vez un taxi atropelló a uno de esos burros y una niña me agarraba llamándome por mi nombre, era la sobrina del presidente de la asociación local y contraparte que está en Nuakchot.
Al final hemos continuado juntos el camino y le he regalado una sandía, yo estaba asustado por los gritos del burro, el taxi, etc.., y la niña como si no pasara nada allí.
Aquí seguimos, ni mal ni bien, …, normal!!
Un abrazo!!

miércoles, 27 de junio de 2012

Buenas noches...




Todos los días uno acaba con una sensación en el cuerpo de malestar general y escalofríos, supongo fruto del calor del día y el cansancio que se acumula sin dormir bien ni una sola noche prácticamente. Recuerdo en la parada de “taxis 7 plazas” de Saint Louis Senegal un tipo que sacó un pan y lo repartió. Como los pescados del mar al engodo, los niños se lanzaban en banda para quitarle el pan de las manos, saciando el hambre al instante. La memoria me falla y no recuerdo que quería contar aquí, en una semana he perdido tres cosas: una libreta moleskine con notas de campo, un reloj de Decathlon, y el turbante blanco! Esto me ha desanimado, aquí duele mucho perder algo. Pero no hay problema, como dicen aquí siempre.
Ayer dormía bajo la mosquitera a la luz de la media luna, también había algunas estrellas que nunca he aprendido a ponerles nombre. Como cada noche desde hace dos semanas ya, está refrescando y duermo fuera de la habitación, en un patio. Allí me siento acompañando por el guardián, un tipo ilustre y anciano ya. Compartimos charla tumbados antes de dormir y luego yo leo bajo una luz de linterna, y él escucha la radio. La mañana a las 4.30 la mezquita se encarga de despertarme para todo el día, largo día. Entonces yo me ducho y salgo a comprar el pan caliente de la humilde venta, todos los  días se sorprende de verme, como si fuera un fantasma matinal perdido en el barrio. También tomo una lata de leche y agua, entonces comparto con el guarda el desayuno mientras leo el National Geographic o el Courriel International, última adquisición en Senegal.
No están tan mal nuestras vidas y nuestros hogares. Hay que seguir luchando …
P.D.: Las fotos son Saint Louis, el día que ví…, y el taxi en el que bajé desde  Rosso Senegal en la frontera hasta Saint Louis, 8 personas en carraca.  

jueves, 21 de junio de 2012

des poissons



Hace 5 ó 6 días estaba en el mercado artesano de pescado de Nuakchot, al final de la tarde todas las barcas llegan a tierra y se congrega cientos de clientes que buscan el mejor precio en la balanza. El olor es fuerte, y los pescadores son duros como el hierro. A su vez en la arena se sientan y mezclan las etnias del país a tomar té, o a rezar, o a comer, es muy variopinto, y yo no acabo de entender el role de las diferentes clases y etnias que existe en este país llamado Mauritania.
Ahora desde Rosso y algo cansado por el paso de la semana, preparo algunas cosas para reunirme con unos amigos en Senegal, Saint Louis. Saldré temprano con el guarda de casa, hasta el rio y embarcadero, allí tomaré el control transeúnte para sellar mi entrada a Senegal y contrataré una piragua motor. Luego, según me han explicado, tomar una moto hasta la estación de taxi-bus en Rosso-Senegal, y a su vez tomar un taxi de 7 por 4000 cefas para ir a Saint Louis en una hora y media. Sólo tengo una dirección de hotel. Estará bien y será bonito ver otro país y costumbres, pero a su vez pienso ya en otras aventuras más cómodas y bonitas también por Tenerife o Montpellier, que vendrán en próximos meses con certeza.
Las fotos son del puerto de pescado de la capital, Nuakchot.
Un abrazo, 

domingo, 17 de junio de 2012

mi barrio...



En mi barrio los adolescentes salen a las 6 a jugar al fútbol; en la calle de atrás, la tierra que levanta el aire de la tarde marca un ritmo de juego frenético, el negro de la piel resalta con las camisas sudadas y coloreadas de Senegal, Mauritania, Francia. Algunos juegan descalzos y otros con botas de fútbol, se palpa el compromiso con el juego y, aunque a veces hay risas y burlas, lo normal es verles con muy buenas maneras.
En este “campo” de juego doy un paseo casi todas las tardes que estoy por aquí, salgo y encuentro cabras, vacas, coches de caballo o de burros, guiados por pequeños de 10 ó 12 años con endiablada maestría. Camino por las calles polvorientas de esta pequeña ciudad, con turbante blanco y andares lentos, nunca he visto otro “blanco” por aquí desde que llegué, más que una viejita monja que compraba naranjas en el caótico mercado, y parecía un palomilla marchita entre tanta negrura y tierra. Me hubiera gustado conocer su historia, pero en cuanto me dispuse a saludarla entre el caos, ella evito mi mirada y siguió camino.
Ahora, después de la ducha, tomo una coca cola que compro en la mini venta de un moro local, me llama patrón y ya somos amigos, y aunque apenas habla francés, nos comprendemos. Es tan humilde que le engrandece otras cosas, y hoy soy yo quien le debe dinero, 50 ouguiyas (no sé si se escribe así), 12 ó 14 céntimos. Mi cesta de la compra hoy: dos paquetes de galletas maría, una coca cola de lata y una botella de agua grande, todo por 650 ouguiyas, algo así como 1,60 euros.
Hoy, aunque es domingo, aquí empieza el trabajo. Ha sido al final un buen día y estoy contento, si bien por momentos uno se plantea qué hace aquí. Por experiencia sé que luego se ve todo con otra lupa y otras lentes, es positivo. Se tienen días malos, pero son breves momentos que se palian con el calor de los tuyos y los sueños de futuro. La cagalera se convierte en agua pasada, nunca mejor dicho, jeje, y se pasan las tardes con un poco de humor. Cómo decir?... hoy me he dedicado, entre otras momentos, a jugar al baloncesto con bolas de papel con Djibril en la oficina, o a cantarle en español, luego he pensado que habría sido el extremo calor que me emborracha en un país sin licencia para…
La foto, la tomé en las calles del barrio, ellos quisieron posar nada más verme, como un equipo hiperprofesional, con mucho orden. 

domingo, 10 de junio de 2012

40 º



Acabo de tomar una siesta a 40 grados a la sombra (tal vez exagero?), el sudor es una constante. Muy cansado y complicado concentrarse hoy por Rosso con todo el revuelo que ha provocado el intento de reparación de una nevera. Este fin de semana en Nuakchot ha sido refrescante en muchos sentidos, y a la vez un recuerdo de lo que viví en Luanda. Con su parte positiva y otras negativas; mis escapadas a la capital servirán de acercamiento a la comodidad que más conozco, y como válvula de escape de esta pequeña población de Rosso, algo dura y en una zona de cruce de caminos de migración y mercancía, que pueda venir de Senegal y otros países del este del Sahel, como Mali o Niger.
En casa de un amigo, David (quien me ha acogido en su casa de manera generosa), he leído esta postal:
La crisis según Albert Einstein:
“No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar superado”. Y Continúa.., (quien quiera que busque en internet…).
Está claro que aquí hay otra crisis y no tiene nada que ver, pero son buenas palabras que adoptaremos para un futuro y un presente. 

domingo, 3 de junio de 2012

mauritania...


En Mauritania he llegado con asombro, nunca un país nuevo es lo esperado. Regla número uno. Por mucho que imagines antes, nunca es así. En la escala del avión en Casablanca (Marruecos), sonaban la B.S.O de EL Padrino de Coppola al ritmo de los rezos hacia la Meca de los allí presentes, extraño. En Nuakchot paciencia y golpe de realidad con la aduana del aeropuerto, y en el avión, nos reímos un rato los mauritanos y “yo”, viendo las payasadas de la tele yanqui: caídas de niños, bromas, cámaras ocultas, etc,.., los viejos clásicos de los aviones. Repertorio que no falla.
Ahora se me pasan miles de historias por la cabeza, no quiero escribir en caliente. Estoy en Rosso, frontera con Senegal desde Mauritania, la pobreza que veo aquí es fuerte, pero no terrible. Todavía la gente dedica sonrisas y miradas.
De golpe y porrazo me veo conviviendo con los locales de la región, durmiendo en el suelo y pasando calor, ayer pasó de todo por mi cabeza antes de poder conciliar el sueño tarde, muy tarde. Hoy, como ya sabía que sucedería, lo veo todo de otro color y espero que el trabajo me entretenga. La gente de por aquí me gusta mucho, empiezo a soltarme un poco más. He salido a comprar naranjas y mangos con el “jefe” local del proyecto. Unas almendras secas, agua, y a correr.
Algunas fotos de esta tarde, por aquí y por allí…
Unos besos y unos abrazos.., sean felices! 

martes, 3 de abril de 2012

que les den.. con perdón

Hoy llueve en Montpellier y los tejados están muy lejos de mi apartamento.

El río de Lez está parado y los viejos cabalgan a su vera recordando caras de antaño, bajo miradas de escrutinio inconfeso. Los niños juegan con canoas en el río, y los patos olvidan la primavera por un instante para hacer el amor al agua y a la naranja. El sol de poniente nunca ha caído hoy, aquí hoy nunca es primavera, la llovizna triste crea una atmósfera de memoria y siluetas.

Yo, mientras, escribo mi diario y le juego una partida al futuro, escribo urgencias que llegan bajo la tutela del vértigo. Entre mis notas hay tareas, entre mis tareas hay señales. Sin esperar nada y proyectando todo, es decir, en el suave sabor que deja lo desconocido, así me regodeo y disfruto de este instante. Y todo lo que venga vendrá.

Siempre he llevado el continente africano en mi sangre, soy canario, soy oceánico, soy sal y lava, eso está claro. Empiezo a estar excitado por la posibilidad de ir a Mauritania. Haré un trabajo allí de dos meses cerca del Río Senegal, me apetece mucho volver a un hábitat más extremo. Me gusta, pero reconozco que aquí en Montpellier soy muy feliz también.

Me duele España, me sabe mal, me defrauda su clase política, su pesadumbre, su llegar el último a la cola de paro, su yo sin ti no soy nada,.., etc. Hoy más que nunca soy Canario, y punto. No me interesa mucho más lo que pasa fuera de aquellas fronteras y lleva nombre a España, excuse-moi mais je suis fatigue..desole Rajoy and Rubalcaba!! Que les den….

Un besito!!

sábado, 31 de marzo de 2012

Ayer me caía en bicicleta...cuando:

Ayer me caía en bicicleta….cuando…:

¡Me levanté otra vez!

Llevo ya unas cuantas caídas en bicicleta desde que vivo en Montpellier. “Curiosamente” todas en horas nocturnas. Dictamen médico indeterminado, varón de 31 años torpe de rodillas, leves heridas en el codo del brazo izquierdo y muñeca de la mano derecha. La cabeza entera y el corazón en continuo bombeo.

Era muy tarde, y el acontecimiento fue muy cerca ya de mi casa, por lo que decidí regresar a pie, un poco abatido y otro poco risueño. La escena, con otra perspectiva, debía ser bastante cómica. Creo que era la bicicleta la que me empujaba hasta aquí y no al revés, pidiendo clemencia por su maltrato continuo en esta ciudad que tanto nos da.

Me estoy jugando las rodillas en Montpellier pero sigo vivito y coleando, jugando al compás y leyendo paso a paso, con dos “manos”, la generación que viene de atrás para acá. Sin fechas ni escombros, camino directo, dentro o fuera. Una vida, un lugar y un momento, tan solo estamos aquí para salir por la puerta grande.

Y así fue como una caída en bicicleta me llevó a despertarme en este lindo día primaveral y apagar el ardor de estas pequeñas heridas rutinarias y nocturnas, alimentando mi alma con huevos revueltos y salchichas, café, zumo y bizcocho, lo que dirían los grandes entendidos de la vida: un brunch casero. Venga ya!

Beixos!

lunes, 26 de marzo de 2012

FIGUEROLES

Como vidas pasajeras veía pasar personas desde el “Kebab” de Figueroles, en una terraza que me sirve de isla cuando no tengo donde escapar. En el paso de cada marchante observaba la huella del pasado y la herencia del futuro, como me miro yo en este mismo instante.

Un domingo cualquiera Figueroles sabe a té con yerbabuena, manzanas y aceitunas. A un saber que no conoce universidad ni recios libros, a un viaje corto para ir muy lejos, a muchachas de ojos limpios y viejos con gusto a cigarro, a casados y niños, a manteles y sol, a Turquía, Marruecos o Argelia.

Luego continuo mi camino, recojo mi bicicleta para tirarme al asfalto y seguir por el parque de Peyrou, donde soy un vagabundo más con su vieja rutina, y en estado de shock, la hierba fresca del césped me arropa bajo el sol como sábanas ligeras y limpias.

El paseo más largo bajo los árboles de primavera nunca adivinó cual era su destino, bordeando dificultades y surcando pasos de cebra, bajo una lluvia sin lluvia, vamos donde el destino sea más calmo y llano y donde llueve con lluvia cuando es lo que se espera.


sábado, 3 de marzo de 2012

Ella

Ella tiene un momento todos los días para el rímel y el colorete. Ella vuelve cabezas a su paso en cada instante y tiene un minuto para bajar la suya, pensando en tierras lejanas, tal vez su hogar. Es una “miss” caída del cielo, que no alcanza a ver la realidad, y en sus intentos de acercamiento se separa cada vez más, como los ríos de las fronteras, como los lazos en los regalos.

Ella tiene un momento para reír llorando por dentro, para caminar deprisa y sola, pensando en los que no tiene cerca para poder llegar tan lejos como su ambición le dicta, ella lleva la tristeza de una ex “miss” de los Balcanes, y tal vez piensa demasiado para ser tan joven.

Ella está derrotada sin haber empezado a vivir, ya perdió su corona, las muñecas con que jugaba son tiempos pasados y ahora es ella la muñeca que espera a su príncipe, el cual probablemente nunca será suficiente.

Ella está aquí cerca, y el mismo alejamiento que me provoca, superflua ella, sobrada, cargante y excesiva, me lleva a pensar por instantes, como este, lo triste que es la vida montada en un escaparate. Ajena a la voz de los consejos, al roce humano que evita con su piel de vidrio, como un maniquí que pasa de mano en mano. No la conozco bien, pero el “este” de Europa lleva su nombre para mí, y podría ella representar mil historias.

Ella llora también cuando habla por teléfono con su familia, o tal vez con su repentino hijo que espera en tierras más áridas. A escondidas, arrodillada, me mira con vergüenza pidiendo comprensión por haber bajado la soberbia y la guardia en ese instante, cuando es así como debería mostrarse más a menudo, para ser más libre y caer desde distancias más cortas.

Ella es muy joven, y aunque ya tiene una vida algo más complicada que el resto de las chicas de su edad, tiene todo un recorrido, esperemos con algunas rosas y pocas espinas. Ella es real y está aquí, he tenido prudencia y no tiene nombre, pero podría ser mil historias a la vez.

viernes, 24 de febrero de 2012

as veces no silencio da noite


A veces te puedes detener a escuchar el tiempo. El viento sobre las plantas en el sol de invierno. La calma de los tiempos remotos con sabor a lava y sal. Cuando el salitre de la piel me sabía a pulpa fresca y lo profundo del mar era lo más desconocido a lo que era capaz de alcanzar mis sueños.

Rompiendo esquemas en cada paso de la vida, jugando al enroque en cada partida, con poemas y borracheras, conseguimos tener dudas y deudas, ¡apúntalas en mi cuenta! Yo me lo dije una y mil veces, y luego me desdije otras tantas veces. La suerte es una esgrima que no domino, pero me aproximo.

Siete islas, siete historias, y también siete vidas. Las que me bastan para encontrarme y seguir persiguiendo el punto lejano que nunca conocimos. Me gusta el sonido de esta melodía, me gusta el gusto de esta canción, me gusta el entusiasmo cuando nace del fuego y me gusta que me demuestren que me equivoco cuando soy pesimista.

Esta balada a todo o nada, como casi siempre, sólo tiene un directo.

Saluts!!

Un abrazo,

viernes, 10 de febrero de 2012

¿Qué está pasando?

¿Qué está pasando?

Hace pocos meses creo que escribía otro artículo en este blog con el mismo título, “¿Qué está pasando?”. No recuerdo exactamente la fecha.

Hoy nos ha llegado la noticia y la imagen del último premio World Press Photo, un español residente en Túnez llamado Samuel, simplemente brutal. Entre sombras y claros, como un cisne caído, se retuerce un soldado de la revolución de Yemen, machacado ante la indiferencia occidental. La imagen es de amor, en todos los sentidos. Me gusta como él busca el cuello de ella, buscando ternura y consuelo, aliento. El dolor se transmite fácilmente, y bajo el turbio velo de la mujer averiguo unos ojos llorosos y rabiosos, los de quien sostiene en sus manos el símbolo de la fuerza y futuro de su país.

A su vez, el contraste del negro y el blanco de los guantes, la desnudez física y sentimental del joven, la distancia y la cercanía con la mujer que lo sostiene, todo tiene profundo significado.

Existen otras crisis,

Abrazo!

P.D.: Foto de S. Aranda, world press photo.

miércoles, 18 de enero de 2012

Des questions!

¿Puedes escuchar?

La ligereza de tu letargo, lo pesado de tu andar. Y tú cabalgas por Montpellier,

¿Son tiempos difíciles o son tiempos perfectos? Algo empuja nuestros cuerpos por la vida sin saber muy bien qué es. No hace falta averiguar nada.

¿Y tú te quieres parar o quieres continuar?

Cuando hace frío hay un mercado, y más lugares: librerías de mil manos, charcuteras de pelo cano, “floreteras” redondas y un rincón de aliento en el largo invierno. Ciudad, contigo me desperezo de este letargo, como el viento muy temprano. Negro fácil, blanco oscuro, gris. En cuestión de suspiros se van mis sesos por otros derroteros, invadiendo nostalgias que nunca he vivido, sueños. ¿Será esto lo que nos empuja?

El frío que desprendo por veces se transforma en calor, viéndome atrapado por el tiempo y el espacio. ¿Calor o frío?

Hoy tengo la respuesta más fácil posible, una tortilla de papas y pimientos, que simple y sin embargo, que sabrosa. Manos a la obra.

un abrazo,

jaime