jueves, 26 de febrero de 2015

HONDURAS

Hace 24 horas que aterricé en Tegucigalpa, no parece que fue ayer. Desde que hiciera escala en San José (Costa Rica) ando con el ojo a cuestas. La sensación de calidez de la gente me hace sonreír en cada frase, en cada “reconocido”, ¡no entiendo como puede ser un país tan violento y humano a la vez! De todos los países “en desarrollo” en los que he trabajado o visitado, este me ha dado el más cálido recibimiento sin que pueda saber describir el motivo de ello. Quizás es simplemente el idioma que compartimos o quizás es más simple aún, la mayoría es tal cómo la palpo: dulce, cercana, amable, considerada y agradecida, con un tono de voz tan bajo y suave que me dan ganas de hablar al oído.
Leo “Novato en nota roja” de Alberto Arce, corresponsal en Tegucigalpa un par de años entre 2012-2014, más o menos de mi quinta, parece valiente y decidido y ha estado por los sitios más agradables del mundo además de Honduras o Guatemala: Irak, Palestina, Afganistán, Libia…; en la contraportada: “Honduras no es Irak, pero cada año mueren asesinadas 85 personas por cada 100.000 habitantes, una cifra que supera la de Irak. Honduras vive una de las guerras no declaradas menos contadas del mundo”.
En la capital todo es raro y normal, parece un barrio cualquiera de una de las pelis latinoamericanas que vi hace tiempo, es una ciudad humilde. Nadie sabe nada de Honduras, a nadie le importa mucho este país sin grandes recursos e importancia para el resto, esta es mi sensación. La filial local es de bastante nivel, hoy hemos hecho un buen trabajo y me entiendo muy bien con ellos, trabajar en español otra vez me ha extrañado y me ha gustado al mismo tiempo.
Mañana cambio de hotel a uno más barato, pero ahora estoy en una buena habitación, donde después de correr en una cinta, bebo a la salud de un “Casillero del Diablo” (siempre encontré este vino chileno en todos los países que viví, calidad asegurada a buen precio), como queso y pistachos y almendras, en la televisión dan “Closer” y mientras escribo. Muy buenas condiciones, ninguna queja. Supongo que a partir del lunes será diferente.


martes, 17 de febrero de 2015

Vuelvo al Sur




Siempre vuelvo al sur; los últimos acontecimientos en Kinshasa me impidieron escribirle a Quique “entre dos mundos” una última carta volada; ahora, desde la isla, el calor sucede al frío y me recoge estos días en la arena, como si de pronto comenzase la digestión de todo lo vivido en el último medio año por el Congo pasados los días intensos. 
A su vez, la familia (alguna leerá esto jeje) comienza a solicitar su dosis extra de atención, lo cual también está bien pero a su ritmo. Casi sin tiempo para cruzar el charco a ver a los amigos, me veo haciendo otra vez las maletas, y si no hay un cambio imprevisto de última hora, estaré 3-4 semanas en Honduras a partir de la semana que viene.
Esta casi segura posibilidad de trabajar en América Latina me altera los sentidos y me da mucha vida otra vez, pisar el continente americano y poder palparlo mientras me sorprendo y trabajo, será espero una grata experiencia que reavive los párrafos algo anquilosados de este blog, una bocanada de oxígeno en toda regla: Tegucigalpa y Lempira.
Daré novedades, espero que todo salga bien.
Un abrazo y felices carnavales, yo ya tuve mi dosis de peluca, ron y fiestón! (resacón tb obvio)
P.D.: fotos- alguna instantánea de éstos días por La Punta y el Médano.
P.D.D.: tema- un tanguito que me va.