Venga que sí, que te voy a reír, que me pongo a escribir. Que la vida son dos días, aquí, en la isla sin camarón pero con Quique y en el sur del mundo, dónde mira Daniel, a cada puesta de sol y en una tarde sin ron. Un guiño a mis “parceiros”.
Acabó la Conferencia Nacional de Sociedad Civil: entre internacionales y nacionales el viejo “Soba” habla solemne, todo el mundo escucha. Consultores y ladrones se rebajan ante la figura de un viejo traje, un viejo cuerpo y una vieja bufanda roja. Pasó dos días desapercibido, pero habló, emocionó y se marchó. En muy poco tiempo el padre de las comunas, el descendiente de las familias locales más viejas, habló Umbundu, se llevó el mayor aplauso de su gente y de las otras. Un copo doble.
Esto ha sido cansado, muchas horas, mucha atención y concentración, pero a estas alturas te sientes muy implicado e involucrado con los temas a trabajar. Por eso también he quedado algo decepcionado. Espero más y más, y a toda velocidad. Esto aquí es imposible por en tanto. Siempre fui impaciente.
Mañana viajo temprano a Luanda, ciudad que conozco bien y de la que nunca olvidaré el olor de su alcoba, el color de su ropa y la verdad que no asoma. Allá tengo un “jardinero fiel” que cuida de un Baobabs que espero plantar en Tenerife. Será que será capaz de aguantar la travesía? En el último reportaje del National Geographic indican las propiedades de la fruta del Baobabs, aquí llamada Mucua del Imondeiro. El doble de Vit C, de Calcio,..etc. Vamos la panacea, no llegará lejos si no le dejan, tal vez por suerte.
Un abrazo: agotado, sincero, paciente ya.