Acabo de tomar una siesta
a 40 grados a la sombra (tal vez exagero?), el sudor es una constante. Muy cansado y complicado
concentrarse hoy por Rosso con todo el revuelo que ha provocado el intento de
reparación de una nevera. Este fin de semana en Nuakchot ha sido refrescante en
muchos sentidos, y a la vez un recuerdo de lo que viví en Luanda. Con su parte positiva
y otras negativas; mis escapadas a la capital servirán de acercamiento a la comodidad
que más conozco, y como válvula de escape de esta pequeña población de Rosso,
algo dura y en una zona de cruce de caminos de migración y mercancía, que pueda
venir de Senegal y otros países del este del Sahel, como Mali o Niger.
En casa de un amigo,
David (quien me ha acogido en su casa de manera generosa), he leído esta
postal:
La crisis según Albert
Einstein:
“No pretendamos que las
cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que
puede sucederle a personas y países porque la crisis trae progresos. La
creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la
crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias.
Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar superado”. Y Continúa..,
(quien quiera que busque en internet…).
Está claro que aquí hay
otra crisis y no tiene nada que ver, pero son buenas palabras que adoptaremos
para un futuro y un presente.
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