viernes, 24 de febrero de 2012

as veces no silencio da noite


A veces te puedes detener a escuchar el tiempo. El viento sobre las plantas en el sol de invierno. La calma de los tiempos remotos con sabor a lava y sal. Cuando el salitre de la piel me sabía a pulpa fresca y lo profundo del mar era lo más desconocido a lo que era capaz de alcanzar mis sueños.

Rompiendo esquemas en cada paso de la vida, jugando al enroque en cada partida, con poemas y borracheras, conseguimos tener dudas y deudas, ¡apúntalas en mi cuenta! Yo me lo dije una y mil veces, y luego me desdije otras tantas veces. La suerte es una esgrima que no domino, pero me aproximo.

Siete islas, siete historias, y también siete vidas. Las que me bastan para encontrarme y seguir persiguiendo el punto lejano que nunca conocimos. Me gusta el sonido de esta melodía, me gusta el gusto de esta canción, me gusta el entusiasmo cuando nace del fuego y me gusta que me demuestren que me equivoco cuando soy pesimista.

Esta balada a todo o nada, como casi siempre, sólo tiene un directo.

Saluts!!

Un abrazo,

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