Hace 5 ó 6 días estaba en
el mercado artesano de pescado de Nuakchot, al final de la tarde todas las
barcas llegan a tierra y se congrega cientos de clientes que buscan el mejor
precio en la balanza. El olor es fuerte, y los pescadores son duros como el
hierro. A su vez en la arena se sientan y mezclan las etnias del país a tomar
té, o a rezar, o a comer, es muy variopinto, y yo no acabo de entender el role
de las diferentes clases y etnias que existe en este país llamado Mauritania.
Ahora desde Rosso y algo
cansado por el paso de la semana, preparo algunas cosas para reunirme con unos
amigos en Senegal, Saint Louis. Saldré temprano con el guarda de casa, hasta el
rio y embarcadero, allí tomaré el control transeúnte para sellar mi entrada a
Senegal y contrataré una piragua motor. Luego, según me han explicado, tomar
una moto hasta la estación de taxi-bus en Rosso-Senegal, y a su vez tomar un
taxi de 7 por 4000 cefas para ir a Saint Louis en una hora y media. Sólo tengo
una dirección de hotel. Estará bien y será bonito ver otro país y costumbres,
pero a su vez pienso ya en otras aventuras más cómodas y bonitas también por
Tenerife o Montpellier, que vendrán en próximos meses con certeza.
Las fotos son del puerto
de pescado de la capital, Nuakchot.
Un abrazo,
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