domingo, 16 de febrero de 2014

Regreso al sur, Vilaflor



En el sur del sur, el Médano es un bálsamo de calor, aún así se siente el frío también en esta ola polar que tanto gusta mencionar a los medios, creo que exageran a veces y actúan sin mesura. En San Miguel veo a mi hermana and family y mi "viejo", que vive a mitad entre Madrid y el pueblo sureño desde donde escribo hoy. A él le robo libros y leo historias que me gustan pero que nunca puedo comprar yo mismo, por falta de tiempo o simplemente por no querer gastar en relatos más allá de lo que busco de primera mano.

Cuando vivía en Montpellier, en mi última etapa, compartí muchos momentos con un amigo chileno que me llevé de allí, Pablo, en su casa siempre ví esta foto que cuelgo de Salvador Allende y Pablo Neruda, exactamente la misma que veo hoy en el libro que he "robado" y tengo entre mis manos. Es una corta biografía de Allende y el discurso de la Moneda, ya conocía ambos relatos pero releo esta inyección de dignidad que corre por las venas del chileno. "No se detienen los procesos sociales ni con el crimen, ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos".

Hoy nos movimos a un pueblo bonito, un pueblo de altura, tranquilo y parado a veces por el tiempo. Vilaflor con su sombrero de chasna, con sus tortas dulces de almendra y malalahúga, con esta vieja casa en la plaza que dibujo (el "viejo" me es familiar). Cuando de verdad me hice a la idea de que mi vida en Francia se había acabado, estaba muy preocupado de cómo iba a adaptarme después de 4 ó 5 años fuera de las islas (y de España); al principio me tropecé en alguna piedra y ví viejos fantasmas, ahora pienso que el camino puede ser llano con pendientes, placentero con dolores, y feliz en muchos ratos.

Buena semana!

  

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