Esta mini gira ha acabado
con gran placer, mi vuelta de Francia buscando el Sur, y atravesando el norte
cántabro y vasco, ha sido un refresco de verano en un frío invierno.
En Bilbao nos reunimos
los 4 del “bang, bang club” otra vez, y cómo no, fue un día + noche bastante
apoteósico, divertido, inesperado e improvisado como siempre, entre franceses y
bolivianos encontrados al azar. Debimos comprar más de 6 u 8 elefantes de la
suerte a los colegas senegaleses, y en la colonia boliviana nos recibieron en
horas de no estar por la calle con jarras de cerveza y música de acordeón.
Boa sorte
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