Ayer llegué a Luanda con retraso, no hice más que bajar del avión y ya estaba tomando una hamburguesa y unas cervezas, dejé las maletas en casa y a bailar salsa, un poco extremo esto, a veces no puedes parar. como decía una amiga, aquí todavía no he tenido tiempo de aburrirme, y tengo ganas de pararme a pensar que estoy aburrido para poder quedarme contemplando el tiempo, sin más, pero no es posible.
Mucho trabajo de vuelta, llevo cuatro horas seguidas de concentración y necesitaba este kit-kat, aunque siga siendo delante del ordenador. Preciso comer.
hasta pronto, besos!
viernes, 26 de febrero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario