Llego a casa un domingo soleado que parece algo así como un
otoño postrado, me huele a lavadora recién hecha, curioso ambientador. He estado
hablando con los locales y algún extranjero que me encuentro por el mercadillo,
bebo varios cafés y leo también intercaladamente, miro, observo, hablo con algún
agricultor local sobre las papas criollas, charlo por teléfono y visito las
redes sociales, así pasa una mañana duradera, naranja y gris, fría templada y
seca, feliz al fin y al cabo.
Anoche fuimos al teatro, muy buena obra (ver trailer
adjunto), gente joven y dinámica, con afán y compromiso por lo que hacían, me
gusta esa gente humilde y a la vez soberbia. El yoga está transformando mi
cuerpo, me duelen músculos que hacía tiempo que no sabía que existían, he
ganado algo de ligereza y flexibilidad en una semana, será posible?, espero que dure perennemente, jeje.
Con creer en algo basta para estar vivo, y vivir pasando la
vida como si fuera contigo, y no con el vecino, es decir, disfrutando un poco.
Feliz semana!
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