A veces los días son tristes y uno no tiene respuesta,
simplemente son así. Aprendemos a sobrellevar lo angosto del camino, como la
batalla de los conductores de carro, andrajosos, que circulan por las calles de
Bogotá cuando se apaga la luz. Uno ve todos los días el mismo panorama, la diferencia
entre clases es demasiado alta en este país. Junto a Honduras, he entendido que
es el segundo país de la zona con mayor desigualdad en la repartición económica.
No me extraña, como leí hoy a un periodista, Colombia está conformada por
muchas islas, donde nadie sabe de nadie hasta que no pasa algo, normalmente
penoso. Lo poco que llevo aquí, casi tres meses, me ha llevado a comprender
diferentes situaciones, pero me haría falta tres años al menos.
Esta es una foto de no mucha calidad que saqué hoy mientras
regresaba, este es el panorama diario en las mañanas y por las tardes, humildes
hambrientos cabalgan con carros entre starbucks y gente de mentira, con
apariencia de cartón piedra que se desvanece en el primer tú a tú, como tanto
mundo pesado y denso. Escucho a Fela Kuti, siempre me recuerda a África y mi
colega Juanito, que andará entre Etiopía y Angola, sino es que está por
Santander tomando café unos días y pinchando discos en casa.
Un abrazo!
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