En el laberinto de una
ciudad sin entradas ni salidas cabalgan los transeúntes con aire de coronel, sin
saber pelear sin saber andar, paseando perros por doquier como si fueran niños,
como si fueran mascotas propias en manos ajenas. Todavía no ha salido el Sol
porque raras veces sale por Bogotá, Chapinero se convierte en una oficina de
bienvenida y los ejecutivos de mentira piden cafés en vasos de cartón, parece
un mal chiste al despertar. Un hombre es una mirada, los de abajo son los que
miran a la cara. Aún resopla el aire canario por mis venas, debo admitirlo, soy
más canario que Anaga y soy más de todos que de alguien. El mundo es tan
pequeño como la imaginación de un loco, es decir, enorme. Es tan fácil la
comunicación cuando tienes ganas de reír, que hasta los taxistas de Colombia me
venden sus historias y agradecen mi trabajo, como si fuera más importante de lo
que yo mismo me crea, no me creo nada y creo en muchos.
EL Niño y La Niña juegan
por Latinoamérica, busquen lo que significa este fenómeno ambiental, une mundos
en su causa y destruye familias en su consecuencia, pero aquí vivimos.
Besos, hacía tiempo que
no utilizaba las letras para hablar sin hablar y escribir sin decir, … la foto es en el "terreno", lejos de mi barrio cool de Bogotá donde vivo, y creo que nuestras caras lo dice todo, lo dimos todo y la peleamos ese día jeje
P.D: vaya tema, vaya tipo el Sabina
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