lunes, 17 de marzo de 2014

Las Palmas de Gran Canaria


En la isla redonda se siente la libertad, un te quiero y sin embargo…, un desfile de fachadas por la calle Perojo, un sentir a mi lado por Las Canteras, un “caminando por el lado salvaje” a modo de saxo, sonido sufrido y novel el de mi amigo Quique, escritor de lo cotidiano y enemigo de San Pedro. Allí se refleja el paso del tiempo, que marca etapas con cicatrices que reflejan el cambio de una ciudad que mira al frente con la cabeza erguida, como el pescador que vende boquerones, como el afilador de cuchillos que callejea entre banderas de acentos y que nunca vi, y sin embargo conocí.
Allí me sentí bien!

Besos  y abrazos…hasta pronto

En el poema de Pedro García Cabrera dedicado a Gran Canaria, me gusta cuando dice...
"Caminos que me conducen,
sombreados de esperanza, 
a roques que no se nublan 
y a piedras enamoradas
de dialogar con las cimas
de sueños que no se alcanzan. 
Se que no dejas el tiempo 
nunca en barbecho; descansas
como mares y trigales, 
rizando siempre la espalda;
que jamás se te hace tarde 
ni coge el sol en la cama.
..."

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Isla redonda, mal azul, paisaje agreste, ingredientes todos capaces de despertar los sentidos y de reconfortar el alma de aquellos que pertenecemos al viejo continente. Saludos.

Jaime Núñez Ubach dijo...

Gracias, saludos