jueves, 3 de septiembre de 2015

Puntos de vista


Mil refugiados andan deambulando por el mundo, desde Siria hasta Colombia, por ahí cruzan el mar mediterráneo o la frontera venezolana hacia Cúcuta, el entorno es duro y siniestro. Deportados o violentados, el viaje obliga, qué pena verlos, qué dicha la nuestra. Nuestro globo terráqueo es jodido y en él pasa de todo, las emociones más fuertes se viven cuando adquieres esa consciencia: lo pasajero y temporal, lo circunstancial, el nómada y caduca sentimiento de soledad, el sedentario y perenne amor a lo cotidiano, a la vida. Decía Sampedro sobre la vida que “estamos obligados a vivirla”, y a resistir el máximo. ¡Fuerza a los pueblos y a la gente llana, resistencia y estrategia! Y algunas risas y lágrimas de felicidad también para todo el mundo, claro que sí. Por aquí estamos en forma, conociendo y conociéndome. Salut!! J


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