Entre anhelos y
exigencias, cabalgaba sin jinete este blog cerrado a cal y canto. Me veo con
ganas de expresarme de nuevo e invitarles a pensar y reflexionar sobre la vergüenza
del panorama actual. De esta forma me invitaré a mí mismo a cenar y acostarme
cada día con al menos “un grito” en el cielo.
Ya no hablaremos de sentimientos y aventuras por el continente negro, errores
y aciertos, sino de ideas de futuro y pensamiento crítico que pongan freno por
lo menos a este otro hastío que siento ahora mismo, el del tufo continuo a políticos
y “chorizos” de grandísima escala en la España compartida, ¿o “repartida” entre
mercados e intereses de minorías ajenas a nuestros pueblos? Y siguiendo
ejemplos de amigos cercanos, se aceptan voluntarios para publicar cualquier
cosa.
Así, mientras los “Rosell, Bárcenas y Cospedales” faltan al respeto mil y
una vez más, la mayoría respetable esperamos que ocurra el cambio, o se rompa
todo el sistema de una vez por todas y con él muchas otras cosas. Desde la lejanía
elegida en un país tan cercano geográficamente pero tan diferente como lo es
Francia, no salgo de mi asombro día tras día, realmente es para salir con armas
a la calle (figuradamente, no vaya ser que alguien quiera “querellarse”,
palabra de moda).
Bueno, este post sirve simplemente para reabrir una sana costumbre, la de
escribir. Como siempre dije, las pretensiones son pocas y no van más allá de
invitarnos a la reflexión. Poco podemos hacer con palabras para sufragar el
yugo a que nos somete una Alemania que ha olvidado su historia, una clase política
adicta al euro y un pueblo sin ganas, pero entre nosotros podemos ir cambiando
algo, y tal vez a nosotros mismos.
Bienvenidos, saludos cordiales!!
P.D.: la foto es de la portada de esta semana del “courrier international”
en Francia; imagen lamentable.
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