Regresé de Ecuador y la cosa fue bien. Siempre se puede mejorar pero hicimos lo que pudimos, que es todo, y entonces es una victoria. La sensación que tengo es de un país tranquilo con gente tranquila, que de vez en cuando le sacude un terremoto o un volcán abrupto y "erupto", golpeando paulatinamente el ánimo de la gente y resignando a los dioses locales a la fuerza de la naturaleza.
En el cantón de Jama y en Pedernales, la cosa está mal, el terremoto a derruido muchos barrios y edificios locales. Me llamó la atención este señor con un casco de la segunda guerra mundial, como si le fuera a caer en cualquier momento otra lluvia de escombros. Bajo la lluvia aún venden carne entre lodo y ruido de motocicletas, lo que da muestras del renacer que poco a poco acontece en la región. La tercera foto corresponde a mis paseos por Quito en algún tiempo libre que tuve. Esta parejita me pareció muy simpática y pacífica, en una capital tranquila y que se colorea a modo de pueblo apacible los fines de semana.
Ya estoy en Bogotá, y próximamente por Canarias! Al fin. Abrazo! Me gusta este tema!
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